Las CBDC se transforman en las nuevas herramientas financieras del G20 y el BRICS

El creciente interés de los gobiernos por desarrollar monedas digitales de banco central (CBDC) para uso mayorista ha emergido como una tendencia prominente a lo largo de 2024. Este fenómeno se produce en un contexto en el que se observa un desinterés general por parte del público en los proyectos de monedas digitales minoristas, mientras aumentan las tensiones entre quienes buscan fortalecer o debilitar al dólar.

Esto ha dado como resultado que actualmente el 98% de la economía mundial está explorando el desarrollo de versiones digitales de sus monedas, tal como indican las estadísticas publicadas este 17 de septiembre por el rastreador de CBDC, Atlantic Council.  

“Desde la invasión rusa a Ucrania y la respuesta de las sanciones del G7, los proyectos transfronterizos de CBDC se han más que duplicado”, señala el informe, resaltando que se ha alcanzado un nuevo récord de 44 proyectos piloto de CBDC en curso, incluido el euro digital y el yuan digital chino. Son jurisdicciones que mantienen su interés por estas monedas, a pesar del rechazo del público e incluso del poco interés de bancos y entidades financieras.  

Se trata de un rechazo que ha llevado a que muchos de los proyectos minoristas que están en sus primeras fases de investigación, se estén desarrollando con objetivos ampliados. La idea es que no solo permitan abordar los pagos minoristas, sino también poder operar a nivel internacional.  

De esta forma, muchos se están convirtiendo en proyectos híbridos (minoristas y mayoristas), con unos cuantos muy bien enfocados en los pagos mayoristas. En ese sentido, son 13 los proyectos presentados este año pensado solamente para usar las monedas en liquidaciones interbancarios y en el comercio internacional.  

Entre esos proyectos mayoristas se halla mBridge, que conecta a bancos en China, Tailandia, los Emiratos Árabes Unidos, Hong Kong y Arabia Saudita y al cual posiblemente se unan más países en los próximos meses. 

Al respecto, la investigación del grupo de expertos Atlantic Council muestra que tanto las naciones del G20 como las que integran el BRICS actualmente están muy interesadas en el desarrollo de CBDC para pagos transfronterizos.  

Todos los estados miembros originales del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) están poniendo a prueba una CBDC, indica el estudio, recordando el hecho de que estos países han estado haciendo grandes esfuerzos, desde el año pasado, por el desarrollo de un sistema de pagos alternativo al dólar. 

Algo semejante pasa con el G20, con todos los países del grupo explorando una CBDC. “19 de ellos se encuentran en etapas avanzadas de exploración, 13 países ya están en la etapa piloto”, dice el informe. Entre ellos se encuentran Brasil, Japón, India, Australia, Rusia y Turquía.  

Cabe recordar que algunas de estas naciones también forman parte del BRICS, pero funcionan dentro del G20 con intereses más alineados a la coordinación de políticas macroeconómicas entre las grandes potencias mundiales. 

Estados Unidos también planea su CBDC

En su informe Atlantic Council destaca el rol de Estados Unidos en este grupo, que junto a otros seis bancos centrales participa en un proyecto de CBDC transfronteriza identificado como Agorá.  En el mismo participan bancos de varios países, pasando actualmente a fase de diseño.

La participación de EE. UU. en este proyecto se presenta en un contexto en el que cada vez son menores las posibilidades de que el país lance una moneda digital minorista. 

Tal como ha informado CriptoNoticias, en mayo pasado la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que prohíbe la emisión directa de una CBDC. Esto, al tiempo que aumentan los gobernadores estatales que emiten prohibiciones para el uso de este tipo de monedas. Por lo que luce más viable que participe con una CBDC a nivel global.

Son hechos que auguran –a largo plazo– que lo más probable es que perduren las CBDC mayoristas, transformándose en una de las principales herramientas utilizadas por los diferentes bloques regionales para el manejo de la dinámica del comercio internacional.