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Según Juan Castro Bekios, ya no es común encontrar mucho dinero en efectivo en allanamientos.
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El fiscal llama a investigar sobre transacciones con criptomonedas.
Juan Castro Bekios, fiscal regional de Antofagasta, al norte de Chile, advirtió recientemente a medios locales sobre el creciente uso de criptomonedas por parte de organizaciones criminales. Según el fiscal, las monedas digitales están ganando protagonismo entre estos grupos, quienes las emplean para evadir el sistema financiero tradicional y ocultar sus rastros.
Según Bekios, son las bandas criminales venezolanas las que llevan la delantera en el manejo de criptomonedas.
El fiscal comentó que ya no es común que las autoridades encuentren grandes sumas de dinero en efectivo durante los allanamientos. Por esta razón, insiste en que investigar las transacciones con criptomonedas debe convertirse en una herramienta clave para combatir el crimen organizado, y así enviar el mensaje a los delincuentes de que no existe refugio seguro para el dinero ilícito.
No obstante, el fiscal advierte que estas investigaciones pueden resultar complejas debido a la privacidad inherente al uso de criptoactivos. Según explicó, los delincuentes se valen de esta característica para ocultar ganancias provenientes del narcotráfico, el fraude y la extorsión.
La investigación patrimonial de criptoactivos no solo fortalece la capacidad de los países para combatir el crimen organizado, sino que también protege la legitimidad del sistema financiero y envía un mensaje claro a los delincuentes: incluso en el mundo digital, no existe refugio seguro para la riqueza obtenida de forma ilegítima.
Juan Castro Bekios, fiscal regional de Antofagasta.
Aunque el fiscal tiene razón al señalar que los activos digitales pueden ser utilizados por delincuentes, la evidencia sugiere que estos suelen preferir el dinero en efectivo. Según Chainalysis, menos del 1% de las transacciones con criptomonedas están vinculadas al crimen. Además, en un informe publicado en agosto de 2024, la empresa destacó que el uso de criptomonedas en actividades ilícitas disminuyó casi un 20% en comparación con 2023.
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