Banco Central de Brasil apura el paso para su real digital

El Banco Central de Brasil ha publicado las directrices relativas al desarrollo de su propia moneda de banco digital (CBDC), o real digital. Esto a medida que las instituciones bancarias de todo el mundo también están intensificando sus trabajos, con la idea de avanzar en alternativas al efectivo y la banca electrónica.

La autoridad monetaria de Brasil reconoce que está dando un paso adelante, promoviendo discusiones internas y con sus pares internacionales para acelerar el desarrollo de una versión digital de su moneda fíat. El banco muestra preocupación por innovar los servicios de pago, ahora que lo demanda la acelerada transformación digital de la economía global, tal como señala en un documento publicado el 24 de mayo en su sitio web.

El banco central señala que el proyecto de CBDC a desarrollar debe cumplir con cuatro objetivos, entre los cuales apunta a responder tecnológicamente con la dinámica que actualmente exige la economía brasileña.

La visión de la autoridad financiera es que el sistema del real digital también mejore el sistema de pago minorista que actualmente tiene el país y fomente nuevos modelos de negocio. Al mismo tiempo, busca que el proyecto de CBDC favorezca la participación de Brasil en escenarios económicos regionales y globales, aumentando la eficacia en las transacciones transfronterizas.

Por otro lado, un grupo de trabajo creado el año pasado estableció pautas para avanzar en los planes de desarrollo del real digital. Entre ellas, plantea poner énfasis en un sistema basado en contratos inteligentes, Internet de las cosas (IoT) y dinero programable a ser emitido por el banco central, según lo contemplado en el documento.

El banco central de Brasil manifiesta, además, preocupaciones con respecto a que el nuevo sistema de pago a desarrollar, resguarde la privacidad y anonimato de los usuarios, y al mismo tiempo, recalca que debe combatir el lavado de activos y el financiamiento al terrorismo.

En el documento, la institución señala que antes de decidirse por un cronograma para un proyecto de CBDC, abrirá el diálogo con el sector privado y con la sociedad civil con la idea de realizar un análisis más detallado. Una vez captadas las observaciones de ambos sectores, prevé arrojar un diagnóstico, no solo de los casos de uso que pueden beneficiarse de la emisión de una CBDC, sino también de las tecnologías más adecuadas para su implementación.

El informe sobre las directrices del banco central llega dos meses después de que el gobernador de la institución, Roberto Campos Neto, informara que el grupo de trabajo del proyecto de CBDC estaba concentrado en un debate para fijar lineamientos, de acuerdo con lo informado por CriptoNoticias en ese momento.

Crece el interés en las monedas digitales de banco central

En Latinoamérica, pocos países están trabajando en la emisión de sus monedas digitales de banco central. Además de Brasil, también México manifestó interés en avanzar con su propio proyecto. Sin embargo, un estudio reciente determinó que aproximadamente el 80% de las instituciones bancarias en el mundo están explorando el uso de una CBDC. Mientras que un 40% ya está realizando pruebas de concepto.

Aparentemente los bancos están advirtiendo la creciente adopción mundial de criptomonedas descentralizadas, como Bitcoin y ether, el activo nativo de la red Ethereum. De hecho, una señal de cómo las instituciones bancarias están interpretando este nivel de aceptación (más de 100 millones de personas usan criptomonedas en el mundo), la dio recientemente la directora del Banco Nacional de Australia, Lisa Wade, quien instó a los países a crear versiones digitales de sus monedas fíat para que los bancos no se vean obligados a utilizar otras opciones que considera más volátiles.

En este mismo sentido, a principios de año, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) puso en marcha un programa de trabajo que incluye la realización de pruebas de concepto e investigación acerca de stablecoins y CBDC.

Mediante la realización de pruebas de concepto, el BIS busca proveer a los bancos centrales de soluciones más eficientes a sus servicios, en un marco cooperativo entre entidades, instituciones, académicos y proveedores de servicios financieros del sector privado. La iniciativa tiene origen en la preocupación de la institución por ingresar a las nuevas dinámicas monetarias y financieras, relacionadas con las criptomonedas.