Celsius recibe luz verde para liquidar sus tenencias en altcoins

La empresa de préstamos e inversiones con bitcoin (BTC) y criptomonedas, Celsius, recibió luz verde para convertir sus tenencias en altcoins en bitcoin y ether (ETH), como parte de su plan de reestructuración.

Celsius se declaró en bancarrota en julio de 2022. Para finales de marzo pasado tenía más de USD 2 mil millones en BTC, ETH y stETH (token de staking de Ethereum) y una mezcla de criptomonedas, incluidos USD 240 millones de su propio token Celsius (CEL), destaca la firma de análisis Kaiko.

Sin embargo, “la mayoría de las altcoins de Celsius han estado perdiendo valor constantemente desde que la compañía se declaró en bancarrota”, señala Kaiko.

Entre las criptomonedas que tiene bajo su poder Celsius, están: bitcoin cash (BCH), Litecoin (LTC), Polygon (MATIC), Aave (AAVE), Uniswap (UNI), BNB (BNB), Chainlink (LINK), Stellar (XLM), EOS (EOS), Polkadot (DOT), Cardano (ADA), Solana (SOL), Celsius (CEL) y Serum (SRM).

Del listado, una de las que vio aumentar su precio fue BCH. En junio la moneda duplicó su cotización luego de ser listada por el exchange EDX Markets. Una nueva plataforma con base en Estados Unidos, como lo reportó CriptoNoticias. Por otro lado, las criptomonedas que más bajaron de precio fueron el token CEL que cayó un 83% y SRM con un 84%.

Liquidez de Celsius puede impactar en el mercado

La liquidez de los tokens que tiene Celsius ha disminuido durante el último año y esto puede impactar al mercado de las altcoins de forma “significativa”, dice el informe.

Celsius tiene mucho más de USD 90 millones en altcoins que al momento de liquidarlas generará una “caída de precios elevada”, prevé Kaiko.

“La mayor interrogante es sobre el token CEL de Celsius. Prácticamente no hay liquidez para CEL según lo medido por la profundidad del mercado que se ha derrumbado a solo USD 30.000, concentrado principalmente en OKX y Bybit”.

Informe de Kaiko

Celsius presentó su bancarrota hace casi un año, el 13 de julio de 2022, amparándose en el capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos, que les permite a las empresas con problemas financieros reorganizarse con protección jurídica.