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Hay cierto escepticismo en el mercado institucional.
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Las expectativas de elevada inflación hacen que inversionistas se tornen conservadores.
El mercado de criptoactivos atraviesa un momento de incertidumbre que sacude a los inversionistas.
En las últimas dos semanas, los fondos de inversión en activos digitales registraron salidas por 1.000 millones de dólares, un giro que pone fin a meses de euforia, indica CoinShares en su informe.
Lejos de ser un hecho aislado, este retroceso coincide con un escepticismo creciente entre los inversionistas institucionales y un horizonte económico marcado por la inflación y la cautela.
Este flujo negativo contrasta con las 18 semanas previas, que acumularon entradas por 29.000 millones de dólares.
El siguiente gráfico, provisto por CoinShares, muestra, semana a semana, cómo ha sido el flujo de capital (positivo o negativo) de los fondos de inversión basados en criptomonedas, a nivel mundial.
La prudencia se apodera del mercado de criptoactivos
De acuerdo con lo explicado por la empresa, los inversionistas actúan con prudencia tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero pasado.
Se agrega también las políticas arancelarias del mandatario, que incluyen un 25% a importaciones de acero y aluminio, así como medidas contra China, Canadá, México y la Unión Europea, generan ondas de inquietud.
A esto se suma una inflación que no da tregua: el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos podría alcanzar el 4,6% en seis meses, duplicando el objetivo de la Reserva Federal (Fed), como lo reportó CriptoNoticias.
El volumen de transacciones refleja el cambio de ánimo. Hace dos semanas, este indicador llegaba a 22.000 millones de dólares, pero la semana pasada cayó a 13.000 millones, informa CoinShares.
Este descenso evidencia que los inversionistas institucionales pisan el freno, prefiriendo observar antes que arriesgar.
Los productos de inversión en bitcoin (BTC) estuvieron al frente de las salidas con 571 millones de dólares. En el caso de los ETF al contado de bitcoin que operan en la bolsa estadounidense, tuvieron una semana roja, con pérdidas que ascendieron a 552,5 millones de dólares, de acuerdo con datos de Soso Value.
“Por su parte, las altcoins siguieron registrando entradas, con XRP de Ripple al frente con entradas de 38,3 millones de dólares. XRP ha registrado entradas de 819 millones de dólares desde mediados de noviembre de 2025”, expuso CoinShares.
Un panorama dividido: Estados Unidos vs. Europa
A nivel regional, Estados Unidos concentra el grueso de las salidas de dinero de los fondos de inversión en bitcoin y criptomonedas, con 560 millones de dólares abandonando los fondos, un reflejo claro del nerviosismo local ante las políticas de Trump y la inflación en ascenso.
Sin embargo, Europa muestra una cara distinta. Alemania y Suiza registran entradas por 30,5 millones y 15,8 millones de dólares, respectivamente, según CoinShares.
Este flujo positivo sugiere que el Viejo Continente mantiene cierta confianza en los criptoactivos, pese al panorama global. Factores como una menor exposición a las tensiones comerciales estadounidenses y una visión más estable de la inflación podrían estar influyendo.
Aun así, el escepticismo institucional no discrimina por completo. Las expectativas de inflación elevada empujan a los inversionistas a refugiarse en activos tradicionales, como bonos del Tesoro, en lugar de mantener posiciones en mercados volátiles como el de bitcoin.
La Fed, atrapada entre sostener altas tasas de interés y controlar el IPC, no da señales de alivio inmediato. Este entorno refuerza la cautela, especialmente entre quienes ven en los criptoactivos un riesgo innecesario frente a las turbulencias económicas que se avecinan.
El conservadurismo gana espacios
Las dos semanas de salidas marcan un punto de inflexión para bitcoin y los activos digitales. La combinación de aranceles comerciales, inflación desbordada y una política monetaria incierta dibuja un escenario donde el conservadurismo gana terreno.
Aunque Europa resiste con entradas modestas, el peso de Estados Unidos en el mercado global inclina la balanza hacia el retroceso. Los inversionistas institucionales ahora evalúan cada paso con lupa, dejando tras de sí un rastro de 1.000 millones de dólares en fuga.
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