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La conexión no estaba asociada a ningún cliente de la ANDE y fue presentada una denuncia penal.
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La electricidad limpia y asequible de Paraguay es un imán para la industria.
Los operativos constantes para desconectar mineros de Bitcoin demuestran la magnitud con la que el robo de energía se extendió por todo Paraguay. Esta vez, fue desmantelada una nueva conexión que abastecía a una granja minera en la ciudad de Itauguá, situada a 30 km de Asunción, capital del país suramericano.
En un operativo relámpago, la ANDE (Administración Nacional de Electricidad), junto con el Ministerio Público y la Policía Nacional, intervinieron, ayer martes, una conexión directa a las redes de media tensión, que no contaba con medidor y suministraba energía a dos contenedores equipados con 236 mineros de Bitcoin.
La conexión eléctrica clandestina, ubicada en una propiedad rural del municipio de Emboscada, departamento de Cordillera, fue denunciada ante la fiscalía zonal. Esto dio paso a que las autoridades incautaran los equipos mineros que operaban de manera ilegal y sin autorización de la empresa eléctrica nacional.
Durante el operativo, fue desconectado un transformador de 3.150 kVA que alimentaba directamente a los dispositivos. Para tener una idea, un dispositivo de energía con esa capacidad podría alimentar teóricamente a más de 500 viviendas, que es la cantidad de casas que tienen muchos de los pueblos rurales en el Departamento de Cordillera y otras zonas de Paraguay.
El daño económico estimado por esta conexión ilegal se calcula en Gs. 1.816.371.518 (230.000 dólares estadounidenses). El monto incluye la potencia del transformador y otros costos operativos, los cuales serán reclamados a los responsables, según reporte de la ANDE.
La minería ilegal de Bitcoin es señalada como una de las principales causas de las pérdidas energéticas en Paraguay. Ante esto, las autoridades toman medidas estrictas desde el año pasado, incluyendo sanciones severas como penas de hasta diez años de prisión para aquellos que sustraigan electricidad sin la permisología correspondiente.
La abundante energía eléctrica de Paraguay, especialmente la generada por Itaipú, convirtió al país en un destino atractivo para la minería de Bitcoin. Sin embargo, esta bonanza energética también dio lugar a un creciente problema de minería ilegal, con operadores que buscan aprovecharse de la situación para obtener beneficios económicos sin cumplir con las regulaciones. Gigantes como Hive Digital Technologies, Bitfarms y Penguin fueron atraídos por esta oferta, pero la falta de control también generó un ambiente propicio para actividades ilícitas.
Para poner freno a las actividades ilegales, Paraguay puso en marcha una serie de intervenciones que condujeron a la incautación de más de 10.000 mineros ASIC de Bitcoin desde principios del año pasado.
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