Debido a la caída de precio que ha registrado en los últimos meses Bitcoin, y a los avances en el protocolo Lightning Network que permiten la realización de pagos muy pequeños, el uso de Bitcoin como un simple depósito de valor podría quedar en el pasado.
A finales del año pasado, cuando la criptomoneda madre llegó a valer unos 20 mil dólares, las altas comisiones que había que pagar por enviar algunos satoshis provocaron que algunos servicios y sitios web dejaran de aceptar Bitcoin en sus plataformas. Además, con una tendencia al alza en su precio que se sostuvo durante casi todo el 2017, los llamados Holders empezaron a guardar sus bitcoins y pensar que vender parecía una locura. De hecho, se presentó el caso de personas que hipotecaron sus viviendas para comprar Bitcoin, que en ese momento parecía incluso más rentable que el oro.
Sin embargo, el 2018 no ha sido igual a su predecesor y para el momento de la redacción, Bitcoin vale unos 5.915 dólares según CoinMarketCap, lo que sin duda representa una pérdida significativa para aquellos Noobs que compraron la criptomoneda cuando estaba al tope de su valor. Pero no todo son malas noticias para la comunidad. Si bien es cierto que la blockchain no es solo criptomonedas porque puede tener muchos más usos, Bitcoin no es solo un medio digital para almacenar riquezas.
Por ejemplo, este miércoles fue registrada una transacción en el bloque número 529.515 de 48.500 BTC, casi unos 300 millones de dólares cuya comisión fue de tan solo unos centavos de dólar. Con esta cantidad de dinero, podría comprarse un total de 359 carros del modelo Lamborghini Huracán que se vendió en el mes de mayo por el triple de su valor gracias a la bendición del Papa, y la comisión pagada a los mineros equivaldría tan solo a un diezmo llevado a la iglesia un domingo.
De igual manera, recientemente fue habilitada una máquina expendedora de dulces que permitía comprar un mínimo de tres caramelos con Bitcoin, sin que la comisión a pagar fuera más alta que el costo de los dulces. Esto gracias a los canales de pago de Lightning Network que realizan las transacciones fuera de la blockchain de Bitcoin.
En el mundo físico, para mover unos 300 millones de dólares, el propietario honesto tendría que justificar su uso ante el banco, el cual prácticamente daría su permiso para poder mover un dinero que en principio no es suyo. Con Bitcoin, que ahora se abre paso a ser un método de pago seguro y descentralizado, uso para el cual fue concebido en el 2009, los usuarios pueden hacer prácticamente lo que les plazca con su dinero en cualquier momento, ya que mover centavos consume los mismos recursos que mover millones de dólares con la tecnología de contabilidad distribuida.
La practicidad de Bitcoin como método de pago no niega los inconvenientes éticos acerca del uso final de los fondos, los cuales podrían estar vinculados a delitos al igual que cualquier otro tipo de dinero; o la cuestión de la privacidad, ya que por ser transacciones públicas e inmutables, la identidad de cualquier usuario podría ser rastreada. No obstante, el posicionamiento de la criptomoneda como lo que realmente es, una moneda, demuestra que esta tecnología llegó para quedarse y que la disminución de su precio, aunque hiere susceptibilidades económicas, podría finalmente ser el factor que hacía falta para que las criptomonedas abandonaran las carteras de los holders y comenzaran a circular realmente.
Imagen destacada por auremar / stock.adobe.com
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