¿Bitcoin arregla todo? Reflexiones sobre un mantra bitcoiner

Entre los «evangelizadores» de Bitcoin, hay una frase popular que resuena como un mantra: «Bitcoin lo arregla» (o «Bitcoin fixes this»).

Para algunos, esta frase es una solución automática a cualquier problema que se presente, como un curioso bálsamo de Fierabrás financiero. ¿El calentamiento global? «Bitcoin lo arregla». ¿Un partido de fútbol perdido? «Bitcoin lo arregla». ¿Problemas con tu cuñado en la cena familiar? Bueno, quizás Bitcoin no arregla eso, pero podría ayudar.

El popular bitcoiner estadounidense Max Keiser ha llegado incluso a afirmar que si Bitcoin se creaba en 1998, no hubieran ocurrido los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 (sic).

Pero, como con cualquier cosa en la vida, especialmente cuando involucra temas tan complejos como las finanzas globales y las crisis económicas, hay quienes sostienen que este entusiasmo por la capacidad curativa de Bitcoin puede ser un tanto exagerado.

El empresario H. J. Hofkirchner, fundador de Bitcredit, se ha unido a este coro de voces críticas, argumentando en un tuit que, a pesar de lo que puedan decir algunos, la moneda digital creada por Satoshi Nakamoto no es la varita mágica que puede solucionar todos los problemas del mundo. «Bitcoin no arregla nada; la gente lo hace», asegura.

Para ilustrar su argumento, citó varios casos económicos y financieros que, según él, Bitcoin no ha logrado arreglar.

Chipre 2013

En 2013, Chipre vivió una crisis financiera, cuando los dos bancos más grandes del país, Bank of Cyprus y Laiki, se declararon insolventes. La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional propusieron un paquete de rescate que incluía una medida impopular de quita de los depósitos bancarios, generando el descontento popular y sacudimientos en los mercados financieros. Bitcoin, a pesar de ser presentado como una alternativa a las monedas fíat, no logró impedir o resolver la crisis a nivel nacional.

Grecia 2015

La crisis financiera de Grecia en 2015 culminó con un referéndum sobre si aceptar o no las condiciones del tercer paquete de rescate de la Unión Europea. Ese período estuvo marcado por la austeridad severa, el cierre de los bancos y los controles de capital. No fue aliviado a nivel generalizado por la presencia o el uso de Bitcoin.

Líbano, Venezuela, Argentina

Líbano, Venezuela y Argentina también han sufrido crisis económicas y financieras graves en los últimos años, caracterizadas por la inflación alta, la caída de la moneda y el descontento social. A pesar de que en estos países se ha observado un creciente interés individual por bitcoin como una forma de eludir las restricciones financieras y conservar el valor, los problemas económicos fundamentales persisten.

Sí, Bitcoin es una solución a nivel individual

Ante las afirmaciones fundamentalistas de quienes le atribuyen a Bitcoin una serie de «superpoderes»” que exceden su capacidad real, hay que recordar que bitcoin es una herramienta financiera, no un salvador omnipotente.

Su utilidad radica en su capacidad para proporcionar transacciones seguras, descentralizadas y resistentes a la censura. Además, en el mediano y largo plazo, sus poseedores (o hodlers, en jerga bitcoiner) se han visto beneficiados por el incremento de su precio. Sin embargo, bitcoin no puede solucionar por sí solo los problemas socioeconómicos arraigados, la mala gestión gubernamental o los errores de política económica.

Es importante destacar que, si bien Bitcoin puede no ser la panacea para los problemas financieros globales, sí puede ser una herramienta vital para individuos y comunidades.

En países con economías inestables y alta inflación, bitcoin puede proporcionar una forma de preservar el valor y realizar transacciones en un ambiente financiero seguro y libre de censura. Las economías circulares, ahora conocidas como «ciudadelas», son un ejemplo de cómo bitcoin puede ser utilizado a nivel comunitario para construir sistemas de intercambio y de valor independientes y resilientes.

En escenarios de crisis económicas, donde las monedas nacionales pueden perder su valor rápidamente y los sistemas bancarios pueden restringir el acceso a los fondos, bitcoin permite a las personas mantener el control de sus activos y operar fuera del sistema financiero tradicional. En este sentido, ofrece una solución individual y comunitaria a la volatilidad financiera y la incertidumbre económica. Por otro lado, al permitir transacciones internacionales rápidas y de bajo costo, bitcoin puede ser una herramienta valiosa para los trabajadores migrantes que envían remesas a sus países de origen, contribuyendo a mitigar las dificultades económicas individuales y familiares.

Quizás, en el futuro, las cosas sean diferentes y la «hiperbitcoinización» que muchos esperan traiga aparejada consigo una serie de cambios socioeconómicos que mejoren en gran manera a la humanidad entera. Pero… ¿y si esa hiperbitcoinización nunca llega?

Bitcoin no arregla todo, pero arregla mucho

En este baile frenético entre el fanatismo ciego en Bitcoin y el escepticismo razonable, es fácil perder de vista la verdadera naturaleza y potencial de esta herramienta. Bitcoin no erradica los problemas sistémicos. Pero tampoco es un juguete sin importancia o un fraude total, como a veces es presentado por sus detractores más agresivos.

Bitcoin ofrece una solución tangible para individuos y comunidades que luchan en medio de crisis económicas y sistemas financieros inestables. Para aquellos que se sienten excluidos o marginados por los sistemas financieros tradicionales, bitcoin puede ser un salvavidas, un rayo de esperanza, un bote en medio de la tormenta económica.

Así que la próxima vez que escuches la frase “bitcoin lo arregla”, en lugar de caer en la risa sarcástica o en la fervorosa adhesión, piensa en los individuos y las comunidades a las que bitcoin realmente está ayudando. No, bitcoin no lo arregla todo. Pero, ¿y si arregla lo suficiente?