Bitcoin no será refugio de valor en la guerra entre Rusia y Ucrania, pero…

No creo que bitcoin vaya a ser el activo protagonista en los actuales conflictos que ocurren en Europa del Este. La caída que registró el precio de la criptomoneda, la mañana de este jueves 24 de febrero, sugiere que los inversionistas no están buscando resguardo de valor en ella, sino en los metales preciosos como el oro y la plata. Un comportamiento que sorprende en vista de la fortaleza que ha tenido, en el último año, la narrativa de bitcoin como el “oro digital” de nuestra era.

Cuando se comparan gráficas del precio del oro y de bitcoin, la criptomoneda no queda bien parada como una alternativa de refugio de valor para aquellos que quieran resguardarse de los efectos que tendrá la reciente guerra entre Rusia y Ucrania. Mientras bitcoin se recupera de la estrepitosa caída de 8% sobre su precio en horas de la mañana, el oro logra aumentar 3,4% en las últimas 24 horas.

Y aunque al momento en que se escribe este artículo el precio de bitcoin va escalando hasta los 40.000 dólares por unidad, cuando ampliamos la comparativa entre el oro y bitcoin (desde 2019) los números hablan por sí solo. Mientras el oro ha tenido un crecimiento constante en su valor y precios estables, bitcoin destaca por su marcada volatilidad que no abandona el panorama actual.

Este comportamiento de pánico y especulación en el mercado de bitcoin contradice la creencia de que en la actualidad la criptomoneda está sustituyendo al oro como valor refugio (SoV), convirtiéndose en una alternativa financiera ante la incertidumbre de la economía mundial y la devaluación de monedas fiduciarias. Una narrativa que se reforzó por la adopción de bitcoin en países como Venezuela, Argentina o El Salvador, así como su crecimiento sostenido en la pandemia.

A pesar de estos eventos que sugieren que bitcoin tiene la capacidad de ser utilizado como una reserva de valor, la realidad es que hoy en día es más que nada un activo de riesgo. La volatilidad de su precio así lo sugiere, una característica que siempre ha sido intrínseca de la criptomoneda y que se deberá madurar para que pueda ser considerado una alternativa segura.

Por si fuera poco, con la entrada de cada vez más dinero institucional al mercado de la criptomoneda, el precio de esta se ha acoplado a los activos institucionales. En específico, existe una alta correlación entre bitcoin y las acciones de las empresas de tecnología. Este nicho del mercado financiero se ve, además, afectado por la crisis económica que se gesta en los Estados Unidos y a nivel mundial donde la inflación está generando estragos.

En este sentido, bitcoin más que un activo que sirva para mantener el valor verdadero de tu capital, se está comportando como un vehículo especulativo de alta volatilidad. Una característica que puede alejar a los inversionistas que están tras la búsqueda de algo que los proteja de la gran incertidumbre que está generando la invasión de Rusia a Ucrania.

Esta es una opinión que comparten conocedores del mercado de criptomonedas, como Vijay Ayyar —vicepresidente de la bolsa Luno— quien considera que bitcoin aún está en una etapa temprana de su madurez, por lo que aún “es muy pronto” para llamarlo oro digital.

Eduardo Gavotti, analista de mercados contactado recientemente por CriptoNoticias, también señala que la actual situación geopolítica no ayudará a la recuperación del precio de bitcoin y podría aumentar su volatilidad. Ante estos pronósticos, resulta compresible que personas que estén buscando maneras de movilizar su dinero, desde Ucrania y otras partes del mundo, con el objetivo de resguardar su capital, no piensen en bitcoin como primera alternativa.

Bitcoin tiene otras características que ofrecer en este conflicto

Tal y como han leído en este título de este artículo, en mi opinión hay un gran “pero” y este está enfocado en el uso de bitcoin más allá de un activo de refugio de valor. Sigo creyendo que la criptomoneda cumple con características propias de este tipo de productos financieros, por lo que este episodio puede ser pasajero y no tendría que afectar su reputación “como oro digital” en un futuro.

En pocas palabras, dentro de unos años y en otra coyuntura, existe la probabilidad de que bitcoin se vuelva el preferido de todos cuando ocurren conflictos geopolíticos. Sin embargo, hoy por hoy, frente al ataque de Rusia a tierras ucranianas, el resguardo financiero que puede ofrecer bitcoin es muy limitado.

Si repasamos las cinco características que hacen a un activo un valor de refugio podemos notar que la criptomoneda cumple con la mayoría: confianza, oferta limitada, bajo costo de almacenamiento, fácil transmisión y durabilidad de su valor. Es posiblemente el último elemento el que esté fallando en la narrativa de bitcoin como el nuevo oro. Puesto que, aunque a largo plazo la criptomoneda sigue ganando valor, en tiempo corto su precio fluctúa rápidamente y no se mantiene lo suficiente como para generar seguridad.

Si estás tras la búsqueda de un elemento que te le de seguridad a tu capital, no apuestas por aquel que está en constante cambio, sino aquel que ha demostrado ser más estable. Esta es la lección que está dando el mercado de oro en la actualidad en comparación con bitcoin, donde este último puede apreciarse más que el metal precioso en cuestión de horas… pero también perder esas ganancias con la misma rapidez.

No obstante, considero que la semilla del interés ya ha sido sembrada y, aunque en la actualidad no sea el mejor momento para probar que bitcoin es el oro del futuro, indudablemente los inversionistas seguirán buscando nuevas alternativas para resguardar su capital. Y en ese proceso, sin lugar a dudas, la criptomoneda de Satoshi Nakamoto sigue siendo un fuerte competidor.

Con elementos como su naturaleza deflacionaria, su registro de transacciones totalmente transparente, su resistencia a la censura y su facilidad de intercambio; bitcoin resalta como producto financiero. En medio de un conflicto económico y político, los más vulnerables no solo buscan herramientas que los protejan, sino también que faciliten su día a día. Es aquí donde brilla bitcoin, en su versatilidad.

Puede ser una apuesta común comprar futuros en oro o joyas para mantener a salvo el capital familiar (o empresarial), pero también es probable que algunos vean valor en las capacidades que tiene bitcoin de brindar poder a los ciudadanos sobre su dinero resistiendo a la censura y el autoritarismo.

De igual manera, por su esencia digital y privada, la criptomoneda puede llegar a ser un aliado de los perseguidos políticos, refugiados y todas aquellas personas que quieran mantener su dinero fuera del poder de los gobiernos.