Dinero robado a DeFi en lo que va de 2022 supera a todo el año pasado

Cuando tan solo transcurrieron cuatro meses de 2022, los hackeos a los protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) ya superaron en fondos robados a todos los ataques ocurridos en 2021. En cuatro meses, se sustrajeron de manera ilegal USD 1.570 millones, con lo que se pasó el registro de USD 1.550 millones del año previo.   

Las estadísticas anteriores son detalladas por la firma de análisis y rastreo de hackeos PeckShield Alert en su cuenta de Twitter. Por su parte, CertiK Stats, compañía del mismo rubro, indica un número todavía mayor. Según esta fuente, en 2022 ya se robaron USD 1.673 millones tomando en consideración explotaciones de vulnerabilidades de códigos, hackeos y scams.  

Con respecto a los valores totales robados en cada mes, ambas fuentes coinciden en que marzo fue el peor periodo en lo que va del año, con robos cercanos a los USD 700 millones, mientras que en abril se vulneraron fondos por más de USD 379 millones.  

Como se puede apreciar en la imagen a continuación, el hackeo a Beanstalks fue el más importante en 2022. En aquella oportunidad, a mediados de abril, se sustrajeron del protocolo USD 182 millones. La particularidad de aquel caso fue que el hacker donó USD 250.000  a Ucrania para colaborar con la crisis humanitaria que atraviesa el país europeo, tal y como reportó CriptoNoticias.

Las DeFi siguen padeciendo hackeos 

En este periódico se han reportado este año diversos eventos que llevaron a pérdidas de USD 1.230 millones tan solo en el primer trimestre del año.  

Para colmo de males, los hackers han encontrado otros puntos débiles de las DeFi que les permiten seguir aprovechando sus vulnerabilidades. Por ejemplo, los puentes entre redes han sufrido recientemente varios hackeos por más de USD 880 millones en total. Uno de estos casos fue el de Wormhole, una DeFi puente de la red Solana que perdió USD 318 millones. Hasta entonces, se trataba del segundo mayor hackeo a plataformas de finanzas descentralizadas en toda la historia.

En definitiva, todos estos eventos refuerzan la idea de que estos protocolos todavía tienen mucho por mejorar en materia de seguridad. De no ser así, los números en rojo señalados con anterioridad seguirán engrosándose y probablemente se rompan nuevos récords en el futuro cercano.