La mayor debilidad de las criptomonedas en el ámbito legal es la creencia de que pueden facilitar crímenes. Aunque es cierto que las monedas digitales se han visto involucradas en casos turbios, su uso no puede ser generalizado en estos términos. Frente a esta estigmatización, representantes institucionales como Yaya J. Fanusie, asesor de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) desafía la veracidad de estos vínculos ilegales en las criptomonedas.
Fanusie fue entrevistado recientemente por sus conocimientos sobre criptomonedas y sus investigaciones sobre Bitcoin en el mercado negro. Sus actividades se extienden a asesor de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y creador de la organización Defensa para las Democracias, donde impulsa proyectos de investigación del Senado de los Estados Unidos para el estudio y revelación de los vínculos entre las monedas digitales y el financiamiento terrorista.
El asesor actualmente está involucrado en un proyecto junto a la NSA y Mark Dubowitz, Director del Centro de Sanciones y Finanzas Ilícitas de Washington, que tratará de comprobar a fondo las amenazas potenciales de Bitcoin para la seguridad nacional y los posibles beneficios de la plataforma para contrarrestar actividades ilegales.
Fanusie considera que es el tiempo adecuado para que las instituciones y autoridades se enfoquen en investigar y entender a Bitcoin, antes de dictaminar el uso de la moneda como práctica ilegal. El investigador resalta que su función -y la de todos los agentes de seguridad- debería ser tanto de prevención como de ayuda; ya que dicha tecnología presenta tanto beneficios para la seguridad nacional como riesgos.
Lo que se necesita es una discusión más informada sobre cuáles son las implicaciones, porque hay tanta actitud defensiva – hay actitud defensiva en ambos lados-, y creo que deberíamos acercarnos un poco al centro, señalar amenazas potenciales, pero también señalar beneficios.
Yaya J. Fanusie
Asesor
Fanusie sopesa que la información oportuna y veraz podría saldar las diferencias radicales entre las posturas de aquellos que apoyan ciegamente a las monedas criptográficas y aquellos que las consideran promotoras de criminalidad. Pero, por sobre todas las cosas, el investigador aspira que esta información imparcial pueda ser evaluada por las autoridades gubernamentales en miras de aplicar medidas regulatorias adecuadas.
El asesor afirma que se ha encontrado con casos donde se emplean criptomonedas para actos delictivos como evadir sanciones, comprar armamento o financiar actividades terroristas. No obstante, concluye que no todo el lavado de dinero y adquisición monetaria realizada por criminales se efectúa por este canal alternativo, sino también por moneda fiat.
En medio de criminales cibernéticos
Fanusie contextualiza a Bitcoin en una realidad donde tanto usuarios legales como ilegales hacen vida en la red. Asimismo, plantea una visión más abierta de la moneda frente a uno de los más grandes ataques ransomware a nivel mundial: WannaCry afectó a más de 200.000 personas a las que se les exigió una recompensa en bitcoins con tal de liberar sus computadores encriptados.
Mientras Microsoft sigue apuntando a la NSA como culpable de esta infección masiva, autoridades y ciudadanos reclaman a Bitcoin como una amenaza. Fanusie considera que esta clase de apreciaciones sin investigación previa no llevarán a ninguna parte, y más bien ve a este hackeo global como evidencia para los investigadores de que indudablemente la plataforma de Bitcoin trabaja con transacciones que no puede ser interceptadas fácilmente.
Yaya Fanusie propone ver a bitcoin como otro método de pago alternativo, removiendo así el estigma que se le ha impuesto a dicha tecnología. Luego de concretar esta visión, los agentes de seguridad podrían enfrentarse a las criptomonedas para familiarizarse con aquellos patrones de transacciones ilícitas de la red con el fin de ubicar y apresar a los criminales.
La lección aquí es que aquellos que están preocupados por las finanzas ilícitas necesitan estar familiarizados con estas criptomonedas. No temer a esta tecnología, sino trabajar en lo que es un mundo cada vez más digital y cibernético.
Yaya J. Fanusie
Asesor
Esta no es la primera vez que se propone este esquema. La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha lanzado un curso de criptomonedas para determinar cuales transacciones son sospechosas en el mercado de las monedas digitales. Asimismo, autoridades canadienses y la startup blockchain Chainalysis han investigado indicios de comportamiento de transacciones bitcoin relacionadas con el tráfico humano. Medidas que no apuestan a la ilegalización, sino al buen empleo de la tecnología.
Blockchain contra la criminalidad
Fanusie resalta que así como hay casos de ilegalidad en la plataforma Bitcoin, a su vez la tecnología que hace posible a la moneda podría ser el mejor aliado de las agencias de seguridad para evitar los casos de corrupción, y dotar de mayor transparencia a las operaciones bancarias e institucionales.
El investigador apunta que la tecnología de contabilidad distribuida ha sido diseñada bajo los “deseos de la libertad” y está constituida para llevar “democracia de interacción y transacciones”, por lo cual esta solución podría ser la herramienta para la inclusión financiera y enemiga de los abusos bancarios.
El fundador de la organización “Defensa para a las Democracias” resalta que esta tecnología funciona sin mayores contratiempos bajo la aplicación de los parámetros internacionales de identidad del cliente (KYC) y leyes anti-lavado de dinero (AML), posición a la que apuesta la Unión Europea frente a una posible regulación de monedas digitales.
Asimismo, gracias a su propiedad de transparencia de transacciones y eliminación de intermediarios, podría convertirse en una solución exitosa para evitar el lavado de dinero y disminuir la corrupción en las cadenas de suministro; siendo estos beneficios más cuantiosos y constantes que la posibilidad de traficar armas o vender droga por medio de la red bajo regulaciones y observación policial.
Una época de entendimiento
Fanusie propone que el funcionamiento y los alcances de bitcoin hay que comprenderlos mejor, concibiendo que las autoridades se acerquen a la criptomoneda no con un supuesto, sino con la posibilidad de comprobar o desacreditar dicha creencia.
El investigador se expresa diciendo:”Bitcoin debe ser entendido, no temido” y este clamor parece estar siendo escuchado por las instituciones estatales que se interesan cada día más por la moneda criptográfica y blockchain con el fin de estudiar su funcionamiento antes de regularlo, como es el caso reciente del Senado de los Estados Unidos que ha exhortado al Departamento de Seguridad Nacional investigar los posibles vínculos de las criptomonedas con el terrorismo.
Fanusie, por los momentos, se compromete con seguir investigando los posibles vínculos y patrones de ilegalidad en la moneda, así como también se encuentra dispuesto a unirse a representantes de otros países, como China, con el fin de conocer el comportamiento de otros mercados y sus soluciones.
Este cambio de tono que se viene presenciando en las autoridades estadounidenses, que se ven cada vez más abiertas a investigar y entender antes de regular, juega a favor de las criptomonedas; las cuales podrían disminuir o sustraer de raíz aquella marca ilegal que se le ha sido impuesta y que tantos problemas jurídicos le ha traído.
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